El equipo marplatense cumplió con su parte y venció a La Unión de Formosa en el Polideportivo "Islas Malvinas". Jugará un duelo clave con Peñarol, aunque también dependerá de los resultados de Atenas.
Por Marcelo Solari
Cumplió la primera parte de su doble objetivo de esta última semana de fase regular de la Liga Nacional de Básquetbol. Quilmes venció anoche a La Unión de Formosa, por 89 a 79, y llega con expectativas de salvación al superclásico del domingo ante Peñarol. Mientras, los dos conjuntos marplatenses estarán pendientes de la suerte de Atenas de Córdoba, esta noche en Sunchales.
Quilmes asumió de entrada el partido con la concentración que la situación requería: era una final. O casi. La Unión, al comienzo, se pareció bastante al que enfrentó a Peñarol 48 horas antes. Lagunas en defensa, ofensivas rápidas sin demasiado sentido y un resultado parcial acorde: 11-2 para el local.
De todas maneras, liderado por el talentoso Jonathan Flowers (15 puntos en el primer tiempo), el conjunto formoseño alcanzó a equilibrar (11-10), aunque volvió a encadenar una sucesión de aciertos atrás y adelante, con marcada importancia de la dupla de extranjeros, Winsome Frazier y Richard Jackson, para volver a tomar distancia (18-10).
En parte por su buena prestación defensiva especialmente en el perímetro (Coron Williams y Jonathan Maldonado, por caso, no convirtieron puntos en toda la mitad inicial), en parte porque La Unión dejó de abastecer a Flowers, quien era un problema sin solución, el “tricolor” logró afirmarse atrás durante buena parte del segundo segmento. Y eso lo habilitó para convertir algún contaataque, sumado a la carga al rebote ofensivo de Eduardo Vasirani, que también alimentó al local y lo reflejó en una renta de 31-23.
Aun con ciertas fluctuaciones en el margen a favor, los de Javier Bianchelli consiguieron administrar correctamente la ventaja y llegaron al descanso largo con un merecido liderazgo en el marcador. El esfuerzo defensivo, la distribución de responsabilidades adelante y su menor rango de errores (5 pérdidas propias contra 12 de su oponente) resultaron buenos argumentos.
La Unión desplegó más recursos ofensivos en el tercer cuarto y la defensa quilmeña ya no fue tan eficaz. Pero la buena noticia fue que sostuvo -e incluso mejoró- su tendencia en ataque.
El local obtuvo una buena cosecha de puntos en las manos de Frazier, estuvo más presente Lucas Ortiz (incluso cerró el capítulo con un triplazo) y sobre todo se destacó Sebastián Morales, de sólido aporte. La máxima ventaja llegó a los 10 puntos (56-46), aunque la rebeldía de Flowers, y algunos arrestos de Federico Marín y Nicolás Zurchsmitten sostuvieron a los formoseños en partido.
La amenaza continuaba latente y el arranque del último cuarto presentó el peor escenario. La Unión anotó una y otra vez de contraataque y puso en aprietos al local (69-67), aunque surgió Ortiz con otro triple valioso para aplacar a los formoseños, que tuvieron que prescindir de Flowers (4 faltas) por un buen rato, y aún así ofrecieron batalla.
Pero Quilmes estaba decidido a no otrgar concesiones. Se mantuvo firme con su plan defensivo a y 3 minutos del epílogo se imponía 82-71 (máxima hasta allí). Entonces sí, de ahí hacia el final, el “tricolor” transitó con viento a favor y su gente celebró la victoria y, al mismo tiempo, clamó por una alegría necesaria para el domingo.
Síntesis
Quilmes (89): V. Fernández 8, L. Ortiz 14, W. Frazier 21, S. Morales 18 y R. Jackson 13 (FI). M. Maciel 5, L. Tantos 0, J.E. De la Fuente 0, E. Vasirani 9, M. Bolívar 1. DT: Javier Bianchelli.
La Unión (79): C. Williams 3, J. Maldonado 12, A. Elsener 9, J. Flowers 20 y K. Wright 2 (FI). I., Alessio 10, N. Zurschmitten 9, F. Marín 14, S. Acevedo 0. DT: Gabriel Piccato.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Fabricio Vito, Pedro Hoyo y Alberto Ponzo.
Parciales: 20-14, 40-32 y 65-56.
Gran expectativa por el superclásico
Elevada demanda de entradas anticipadas se registró en los primeros días de venta en la sede “milrayitas” de cara al superclásico del domingo, a las 21.30. El expendio para los simpatizantes de Peñarol, continuará viernes, de 17 a 20.30, en la sede de Garay y Santiago del Estero. Las entradas para socios únicamente se venderán allí, ya que no podrán ser adquiridas en las boleterías del estadio.
Mientras, la gente de Quilmes podrá comprar su entradas en la sede de Luro y Guido viernes, de 10.30 a 18.30, y sábado, de 10.30 a 15.30.